Santiago, Viernes 11 de Julio del 2025
Por PRENSA CTMIN
Este 11 de julio se conmemora un nuevo aniversario de la nacionalización del cobre, uno de los hitos más relevantes en la historia republicana de Chile. Hace 54 años, el Congreso Nacional aprobó por unanimidad la reforma constitucional que permitió nacionalizar la gran minería del cobre, transformando este recurso estratégico en patrimonio de todas y todos los chilenos.
Este acto soberano, impulsado por el gobierno del presidente Salvador Allende y respaldado transversalmente por las fuerzas políticas de la época, fue posible gracias a décadas de lucha social, movilización popular y conciencia nacional sobre la necesidad de recuperar nuestras riquezas básicas.
El cobre, la «viga maestra» de la economía chilena durante el siglo XX, estuvo por largo tiempo en manos de grandes capitales extranjeros, principalmente norteamericanos. Esta situación generaba una relación desigual y dependiente, donde las decisiones sobre nuestra principal fuente de riqueza se tomaban fuera de nuestras fronteras, dejando al país con una baja participación en las utilidades y sin capacidad soberana de decisión sobre su destino.
La nacionalización del cobre en 1971 no solo fue un paso hacia la autonomía económica del país, sino también un acto de dignidad nacional. Como expresó el propio presidente Allende ese 11 de julio: “Chile va a nacionalizar el cobre en virtud de un acto soberano”. Este gesto, consagrado además por resoluciones de la ONU, marcó un antes y un después en la historia de Chile y de su clase trabajadora.
Desde la Coordinadora de Trabajadores de la Minería (CTMIN), compuesta por FESUC, FESUMIN, FESAM, FTC, CTC, FMC y CONFEMIN, reivindicamos esta fecha como el Día de la Dignidad Nacional, porque simboliza el momento en que Chile, a través de la unidad de su pueblo, se atrevió a tomar en sus manos el destino de sus recursos naturales.
Para nosotras y nosotros, las y los trabajadores de la minería, este hito representa más que una fecha histórica: es una fuente permanente de orgullo y compromiso. Cada tonelada de cobre que producimos no solo contribuye a la economía nacional, sino que también continúa el legado de quienes lucharon por una minería al servicio del desarrollo social, la equidad y la justicia.
Hoy, cuando se abren nuevos debates sobre el rol del litio, el agua, y otros recursos estratégicos, reafirmamos desde CTMIN que el espíritu de la nacionalización sigue vigente. Defender la soberanía sobre nuestras riquezas es defender el trabajo digno, el desarrollo sustentable y la capacidad de Chile para decidir su futuro.
Este 11 de julio, honramos la historia, valoramos el presente y proyectamos un futuro donde la riqueza minera siga siendo motor de dignidad para el pueblo chileno.
Fuente datos históricos: Memoriachilena.cl
PRENSA CTMIN