Miercoles 19 de noviembre del 2025
A pocas semanas del balotaje del 14 de diciembre, las y los trabajadores de la minería observan con atención los programas de gobierno de Jeanette Jara y José Antonio Kast, los dos candidatos que aspiran a dirigir el país en los próximos cuatro años. Más allá de los debates políticos, resulta imprescindible evaluar cuáles de sus propuestas pueden impactar de manera positiva o negativa al mundo del trabajo minero y a los distintos sectores productivos.
En el caso de Jeanette Jara, su programa incorpora un eje completo dedicado a la minería. Plantea incrementar en un 25% la cartera de inversión y en un 10% la producción de cobre, lo que, según su propuesta, generaría cerca de 50.000 empleos directos e indirectos. También impulsa el fortalecimiento de la pequeña y mediana minería mediante un Sistema Nacional de Fomento, asistencia técnica, formalización y la modernización de ENAMI y sus fundiciones, con el fin de incrementar el valor agregado en Chile. A ello suma una estrategia de exploración de minerales críticos, la ampliación de capacidades estatales y un énfasis en la transición hacia un cobre verde certificado.
En materia laboral, Jara propone avanzar hacia un ingreso vital de $750.000, una Agencia Nacional de Empleo, negociación colectiva multinivel, fortalecimiento del diálogo tripartito y mejoras sustantivas en la formación laboral y en la conciliación de la vida familiar. Todo esto acompañado por políticas de seguridad laboral, modernización del Estado y continuidad de la jornada de 40 horas.
Por su parte, el programa de José Antonio Kast se construye sobre una orientación de fuerte protagonismo del sector privado. Su propuesta prioriza la agilización de permisos, reducción de regulaciones y flexibilización normativa para incrementar la inversión minera. Su visión busca disminuir el peso del Estado en la economía, rebajar cargas tributarias y reducir lo que considera “burocracia ambiental”, lo que —desde su perspectiva— permitiría acelerar proyectos y dinamizar el empleo.
En el plano laboral, Kast promueve una flexibilización amplia de las jornadas, fortalecimiento de acuerdos individuales, reducción de cargas laborales para las empresas y una modernización centrada en la productividad. Sus posiciones históricas se han mostrado críticas al fortalecimiento sindical y a la negociación colectiva por rama, privilegiando mecanismos de entendimiento directo entre trabajador y empleador.
Mientras Jara apuesta por un modelo con mayor regulación estatal, fortalecimiento de derechos colectivos y presencia del Estado en la cadena de valor minera, Kast se inclina por liberalizar, reducir costos y dejar en manos del mercado la mayor parte de las decisiones productivas y laborales.
CTMIN
Desde la Coordinadora de Trabajadores de la Minería hemos sostenido siempre que el desarrollo de Chile depende de una minería moderna, segura y sustentable, pero también de trabajadores protegidos, con derechos efectivos y con participación en las decisiones del sector. La experiencia comparada demuestra que la productividad y la sostenibilidad crecen donde hay diálogo social fuerte, regulación clara y una institucionalidad laboral robusta.
Considerando los elementos disponibles, observamos que las propuestas de Jeanette Jara se alinean en mayor medida con un enfoque de trabajo decente, negociación colectiva robusta, seguridad laboral y fortalecimiento de la minería estatal y privada con estándares modernos. Las propuestas de José Antonio Kast, en cambio, representan un modelo que prioriza la desregulación y la flexibilidad, lo que podría traducirse en un debilitamiento de derechos laborales esenciales, particularmente en sectores de alto riesgo como la minería.
CTMIN seguirá promoviendo un debate informado, transparente y centrado en la defensa de las y los trabajadores, porque el futuro de la minería es también el futuro de Chile.
PRENSA CTMIN
