UNA POLÍTICA POR LA VIDA: EL CAMINO DEL SINDICALISMO MINERO HACIA LA SALUD Y SEGURIDAD EN FAENA

Jul 8, 2025 | Noticias

Santiago, Martes 08 de Julio del 2025

Por PRENSA CTMIN

Chile está a punto de dar un paso histórico. Por primera vez en su historia —y también como ejemplo a nivel mundial—, el país contará con una Política Nacional de Seguridad y Salud en Minería (PNSSM) construida sobre los principios del diálogo tripartito, la corresponsabilidad y la participación efectiva de los trabajadores. Lo que comenzó como una demanda sindical, impulsada con fuerza por la Coordinadora de Trabajadores de la Minería (CTMIN), hoy se transforma en una política pública concreta, recientemente aprobada por el Consejo Superior Laboral, y que espera su ratificación definitiva por el Consejo de Ministros en pleno Mes de la Minería.

El origen: la promesa de un convenio

La lucha tiene raíces profundas. Desde su fundación, CTMIN —que agrupa actualmente a siete organizaciones sindicales superiores del sector minero— puso en el centro de su agenda la necesidad de ratificar el Convenio 176 de la OIT, que establece normas específicas para proteger la vida y salud de los trabajadores en faenas mineras. Años de gestiones, movilizaciones y presión institucional desembocaron en un compromiso del entonces candidato presidencial Gabriel Boric, quien prometió ratificar el convenio durante su mandato.

Y cumplió. La ratificación fue oficializada a nivel nacional e internacional, y con ella se activó un mandato claro para el Estado chileno: elaborar una política pública nacional que hiciera efectivo el contenido del convenio. Así nació la comisión tripartita encargada de redactar la PNSSM, integrada por representantes del gobierno, empleadores y trabajadores, estos últimos, a través de CTMIN.

Una mesa de iguales: el diálogo tripartito cobra vida

Durante casi un año de trabajo sistemático, metódico y riguroso, las partes dialogaron, debatieron y construyeron un texto común. Para Oscar Villarroel, presidente de FESUMIN, el proceso fue ejemplar:

“Es la primera política a nivel mundial donde se trabaja a nivel tripartito. Tuvimos resquemores al inicio, pero fuimos creando lazos de confianza. Lo importante fue que todos compartimos un solo objetivo: el cuidado y la protección de la salud y seguridad de los trabajadores”.

FESUMIN puso especial énfasis en la participación de los sindicatos y en fortalecer el rol de los comités paritarios de higiene y seguridad. Para Villarroel, este hito no solo es simbólico:

“Vamos a ser garantes de que esta política represente lo que hemos planteado como trabajadores. Estaremos presentes en la implementación, asegurándonos de que se respete el espíritu del documento”.

Cultura preventiva, mirada integral

Desde FESUC, su presidente Enés Zepeda destacó el carácter histórico del avance logrado:

“Este instrumento es un gran avance normativo y la concreción de un compromiso histórico. Desde CTMIN impulsamos siempre una cultura preventiva donde la participación activa de los trabajadores sea un pilar clave”.

Uno de los aportes más valorados de FESUC fue la incorporación de las perspectivas de género y salud mental en la política, elementos inéditos en la normativa minera chilena.

“Chile se pone a la vanguardia en el sector. Con esta política, demostramos que la seguridad y salud de los trabajadores no es negociable. La seguridad no se delega, se construye”, afirmó Zepeda.

Un país minero con realidades extremas

Para la Federación Minera de Chile (FMC), encabezada por Marco García, el proceso de construcción de la política no solo estandariza normativas, sino que reconoce las particularidades del trabajo minero chileno:

“Chile tiene faenas en gran altura, turnos 7×7 y condiciones geográficas extremas. Vivimos en los campamentos mientras trabajamos. Esta política permite por fin hacernos cargo de esa realidad con un enfoque participativo y tripartito”.

García también valoró que el documento impulsa al Estado a superar trabas burocráticas:

“Es tiempo de que los distintos organismos del Estado coordinen acciones efectivas en terreno. Esta política nos permite madurar como organizaciones y como individuos dentro de un entorno industrial complejo”.

Una política nacida de la lucha sindical

Ana Lamas, presidenta de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), ofreció una mirada emotiva y firme sobre lo logrado:

“Esto es fruto de una lucha sindical de décadas, marcada por accidentes fatales, enfermedades profesionales y lesiones irreparables. Esta política es por la vida”.

Lamas recordó el rol que el artículo 6 del Convenio 176 asigna a los empleadores, subrayando la necesidad de garantizar igualdad de condiciones para trabajadores contratistas y subcontratistas:

“No puede ser que usemos equipos de protección de mala calidad o que denunciar signifique el despido. El empleador debe vernos como personas, no como números. Queremos volver a casa sanos y salvos, eso es lo que exigimos”.

Una experiencia transformadora

Finalmente, desde FESAM, el dirigente Ricardo Cárdenas definió su participación en representación de CTMIN en la comisión tripartita,  como un honor personal y colectivo:

“Representar a CTMIN en esta comisión tripartita ha sido una gran experiencia. El objetivo ha sido siempre claro: poner la participación activa de los trabajadores como base de la política y enfocarse en la prevención”.

Lo que viene: implementación y vigilancia

La aprobación por parte del Consejo Superior Laboral marca un hito, pero no el final del camino. Aún resta que la política sea ratificada por el Consejo de Ministros, y más importante aún, implementada en terreno. En ello, las organizaciones de CTMIN han advertido que serán activas fiscalizadoras del cumplimiento de los principios establecidos en el documento, especialmente en lo relativo a la modificación de normas como el Decreto 44 y la Ley 16.744.

Ocho voces, un compromiso colectivo

La concreción de esta política no habría sido posible sin el compromiso y la labor de los ocho representantes de CTMIN que participaron activamente en la comisión tripartita. Desde distintas organizaciones, trayectorias y visiones, aportaron con conocimiento, experiencia y convicción sindical a la construcción de un texto que marcará el rumbo de la minería chilena en materia de salud y seguridad.

Ellos son: Guillermo Santander (Federación Minera de Chile – FMC), Jedry Velis (Confederación de Trabajadores del Cobre – CTC), Rodrigo González (Federación de Supervisores del Cobre – FESUC), Patricio Ulloa (Federación de Supervisores de la Minería Privada – FESUMIN), Jorge Arroyo (Confederación Minera – CONFEMIN), Óscar Villarroel (FESUMIN), Ricardo Cárdenas (FESAM), y Ricardo Torrejón (FTC).
El reconocimiento a su entrega y vocación por el bienestar de las y los trabajadores de la minería es imprescindible.

Una política que nace desde abajo

La Política Nacional de Seguridad y Salud en Minería no es solo un documento técnico. Es, sobre todo, una conquista social y sindical, fruto del trabajo colectivo, del diálogo democrático, y de la persistencia de hombres y mujeres que día a día enfrentan riesgos en faenas de altura, calor y soledad.

Como dijeron sus dirigentes: “Esta lucha es por la vida”. Y hoy, gracias a nuestro trabajo, esa vida está más protegida.

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